Kentaro consigue un trabajo en casa de su tía después de que su empresa anterior quiebra. Al principio estaba feliz porque todas sus compañeras de trabajo eran mujeres atractivas. Pero rápidamente quedó claro que esta oficina tenía una cultura tóxica de acoso sexual inverso. Su vida se convierte en un infierno ya que estas mujeres quieren acostarse constantemente y él apenas descansa.
