¡Kudo Lara, se levanta la prohibición de Kimeseku! Después de clase, la profesora vio a Lara olfatear y masturbarse en su silla. El irascible profesor capturó a un estudiante, lo encerró en una habitación y comenzó a entrenarlo con afrodisíacos hasta que se volvió loco. “¡Quiero una polla aunque sea fisiológicamente imposible!” Mientras grita “¡Me encanta la polla de mi maestra!” ¡Con el triturador de nueces de un hombre que no quiere que lo carguen aunque muera, sacude todo su cuerpecito de 143 cm y se corre de placer! !
